Hola de
nuevo!! Os cuento… después de lo comentado, intentó volver a engañarme, debido
a la obsesión que invade su mente. Llegamos a casa y se empeñó en subir a la
casa de campo de los abuelos, ya que había visto allí el coche aparcado de mi
sobrino.
Ian.-
¡Quiero saludar a mi primo!- dijo entusiasmado por encontrar una vía para
calmar la necesidad de recoger basura que martilleaba su cabeza.
Yo.-
¿Seguro?
Ian.- ¡Que
sí!
Yo sabía
cuál era su intención y le dije que le esperaría en el lugar en el que me
encontraba. Él subió y cuando desapareció de mi vista subí yo también. No
estaba por ningún sitio e intuí que había salido al camino, desde la caseta de
mis suegros. Así fue. En el momento en que lo vi estaba recogiendo un papelito
del suelo y cuando le llamé, me contestó como si supiera que estaba allí, sin
reaccionar como al que pillan infraganti. Con tranquilidad tiró el papelito que
estaba recogiendo a través de la cerca de la caseta vecina.
Aquel gesto
me indicó dos cosas, una, que había empezado a asimilar que no debía traer la
basura a casa, y la otra, que la lección requería un reajuste urgente, ya que
la prohibición le había hecho buscar una alternativa, que era tirar los papeles
que encontrara a las casas que había junto al camino, pues, de esta manera,
como me dijo después, las personas de las casas recogerían esos papeles y los
tirarían a la basura y para él verlos en el camino, le producía una especie de
“dolor”interior, me dijo a su manera.
Afortunadamente, al
seguirle, pude ver esa necesidad de reajuste para ayudarle a comprender que si
recoger los papeles y traerlos a casa era incorrecto y ya no se le permitía (por convertir el hecho en una obsesión constante, continua y
angustiosa para él y toda la familia) tirarlos a las casas vecinas estaba TOTALMENTE
PROHIBIDO.
De no haberle seguido, es
posible que esta acción hubiese tardado en conocerla, con el riesgo que eso
conlleva para una persona que, como él, todo lo convierte en obsesión.
Muchas
veces, cuando tratamos de modificar una conducta obsesiva, si seguimos su
evolución nos encontraremos con que la aceptan, pero readaptándola hacia otra opción no adecuada que calme su mente. No nos angustiemos por ello y sigamos adelante
con el aprendizaje, pues esto es habitual. Poco a poco, vamos a ir cerrándoles
las opciones con nuestro seguimiento, hasta que el chico o chica, se dé cuenta
que solo le queda erradicar la obsesión. Siempre con paciencia y cariño, o de
lo contrario, solo empeoraremos las cosas.
En esta historia social activa le voy
diciendo que si traer cajas, papeles, plásticos o ramas a casa es incorrecto y
no se lo permito más, tirar toda esta basura en las casas vecinas está terminantemente prohibido, ya que antes o
después los vecinos descubrirán quien es él quien ensucia sus casas y se enfadarán
con él con toda la razón del mundo. Que si lo ven igual le llaman la atención,
o incluso si están muy enfadados podría llamar a la policía para quejarse de su
acción, con todo el derecho. Que de ahora en adelante ha de intentar dejar de
mirar el suelo cuando vaya por la calle o campo para mirar hacia el frente,
evitando la tentación de recoger cosas y que, si quiere, yo le puedo ayudar, si
vamos a caminar por el campo los domingos, hasta que se acostumbre a ver los
papeles e ignorarlos.
Me ha dicho
que sí, que iremos a caminar y que le ayude a acostumbrarse.
¡¡Un pasito
más hacia el objetivo!!
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