Hola a todos
Me gustaría compartir con vosotros un momento muy especial para mí. La celebración de nuestras Bodas de Plata el 14 de mayo.
Fue una celebración muy sencilla, con los más allegados y unos pocos amigos. La misa, una misa de domingo con vecinos del pueblo, y yo decidida a decirle a mi marido lo que de normal no le suelo decir. Lo cierto es que valió la pena pasar el trago de leer en misa y emocionarme hasta casi no poder hablar, por ver su cara y su sorpresa. ¡¡¡Mientras leía debí contagiar a todos la emoción que sentía porque allí lloró hasta el apuntador :)))!!!
Hola cariño, me gustaría
decirte algunas cosas en este día tan especial como el que vamos a celebrar hoy,
con algunos amigos y parte de la familia. Y digo parte, porque han sido
demasiadas las personas que hemos perdido por el camino. Sin embargo, siguen
muy presentes en nuestros corazones y estoy segura de que, desde donde estén, nos
enviaran todas sus bendiciones.
Hace veinticinco años tú y
yo éramos dos jóvenes cuyo amor y pasión les impulsaba a compartir sus vidas.
Estábamos llenos de ilusión y expectativas anhelando disfrutar el uno del otro. No sabíamos muy
bien cómo ni de qué manera afrontaríamos la vida al salir del nido o qué nos
iba a deparar el futuro, pero aun así, decidimos aceptar el reto y el compromiso
del matrimonio. Y lo hicimos porque confiábamos en nuestros sentimientos y en nuestro amor. Un amor que elegimos mimar,
cultivar y ver crecer hasta hacerse grande, fuerte y resistente como es ahora. Un
amor paciente ante la adversidad y difícil de romper pues, a pesar de todo lo
sufrido, aquí sigue, dando calor a nuestros corazones.
Ahora, emprendemos otra
etapa de nuestras vidas. En ella, sin duda, descubriremos distintas facetas de una
nueva versión de nosotros mismos; la madurez. Puede que esta sea una etapa
diferente, pero no por eso menos estimulante, apasionante o verdadera.
El sagrado sacramento del
matrimonio nos ha hecho crecer, madurar, jugar, disfrutar e incluso llorar unidos. Aprendiendo tanto el
uno del otro que apenas necesitamos hablar para saber cómo estamos e incluso
qué necesitamos.
Hoy nuestro amor es menos
alocado, impulsivo e incluso intransigente que hace 25 años, pero es más sereno
y sincero, tiene menos expectativas,
pero es mucho más real. Estamos aprendiendo a expresar nuestras emociones sin
sentirnos culpables, a escucharlas sin sentirnos heridos y eso es maravilloso.
Cada noche doy gracias a
Dios por haberte conocido y deseo que seas el hombre más feliz del mundo,
porque ahora sé que tu felicidad es la mía.
Y quiero darte las gracias a
ti por el respeto que siempre me has mostrado. Por ser como eres. Por esos
juegos cotidianos que son la sal de nuestra vida y por todas las veces que me
haces reír. Por escucharme siempre y tener en cuenta mis palabras. Por ser
paciente conmigo y por esa tendencia que tienes para complacerme, anteponiendo,
muchas veces, mis gustos a los tuyos.
También quiero darte las
gracias por dos preciosos y maravillosos tesoros. Nuestros hijos. ¡Cuántas
cosas nos están enseñando! Entre ellas a ser pacientes con los demás, a
reconocer nuestros errores, a asumirlos, a valorar las pequeñas cosas y a
adaptarnos a esos cambios que nos trae y traerá la vida. Ellos nos han enseñado
a abrir de par en par nuestros corazones para asumir con amor y valentía cualquier
dolor, afrenta o diferencia que conlleven sus vidas o sus necesidades.
¡Hoy estamos de enhorabuena chiqui!
celebrando nuestras bodas de plata. Lo que significa que hemos ganado la
medalla de plata por haber llegado al primer nivel y a partir de ahora comenzaremos
un nuevo camino; que estoy segura será más ligero, porque ahora conocemos
muchas cosas de nosotros que antes ignorábamos.
A pesar de las muchas
adversidades, parece que no lo hemos hecho nada mal. En estos tiempos que
corren es todo un logro. No todo el mundo lo consigue.
¿Qué hacemos? ¿Vamos a por la
de oro? yo vuelvo a apostar por el mismo candidato, por ti y por veinticinco
años más para compartir.
¿Y sabes por qué?
Porque tú sigues siendo el
chico de mis sueños.
Te quiero
La cosa empezó así de modosita y puesta
Comenzó a animarse con la comida
Ian y Laura disfrutaron de lo lindo
Aunque ellos no fueron los únicos
¡¡¡Lo pasamos genial!!!
(Unos más que otros porque esto de los lengüetazos...no fue muy agradable)
Era domingo y terminamos la fiesta a las 10 de la noche
y colorín colorado este cuento se ha acabado.
FIN
Me ha gustado mucho tu celebración de las bodas de plata, ahora a por el siguiente aniversario. Aquí tienes un lista para que sepas cual te toca, viene hasta los 100 años. Todos los aniversarios de boda Besos
ResponderEliminarJajajajaja gracias Luisa!! habrá que ir ideando los eventos!!! voy a echarle un ojo a lo que me mandas!! Un besote
ResponderEliminarMuy bueno!! no tenía ni idea de que hubiese tantos aniversarios!!! jajjaja a ver si llegamos!!!
ResponderEliminar