ESTE HORARIO NO ME GUSTA

Hace un par de semanas o así que han reajustado el horario en la empresa familiar donde trabaja Ian para aprovechar más el día, a petición de algunos trabajadores.

Pero a Ian no le hace mucha gracia, pues no siempre puede aprovecharse de esta medida, ya que su padre, su tía y él se quedan hasta más tarde, por ser los jefes. jeje

Hace algunos años, mi marido le dijo a Ian que él era el jefe de mantenimiento y la verdad es que con el tiempo ha logrado asimilarlo casi a la perfección... ¡como son ellos! Mantiene la zona de residuos generalmente bien, a menos que se atasque en alguna cosa, donde procuro ayudarle, quita las hierbas que se atreven a salir con timidez, pues ahí está la férrea mirada de Ian que va a por ellas rápidamente, limpia el taller, almacén, maquinaria etc y por allí no ves absolutamente nada por el suelo, ¡¡No he visto un taller más limpio y organizado en lo que a él compete, en mi vida!! 

El caso es que ese nombramiento de "jefe" nos lo ha recalcado en más de una ocasión. Un nombramiento que debido al nuevo horario quería sacarse de encima a como diera lugar jajaja. No pude reírme más, por dentro claro, pues estaba yo mu digna explicándole la HSA mientras él me corregía, diciéndome que él era un trabajador más. ¡Como los otros! decía, y no un jefe. Por supuesto porque le interesaba. 
Mi primera explicación, a su queja fue, como siempre, de manera oral.

Pero, en esta ocasión su negativa a entenderlo iba acompañada por el fastidio que le producía no poder irse a las 19,30h. Aun así, me pidió que se lo explicara en la pizarra, que es algo que ya hace de manera habitual cuando no termina de comprender algo y le hice la explicación que os muestro más abajo.

En ella, le dejaba claro que los jefes en nuestra empresa trabajan más horas que los trabajadores y si a él le ha venido bien decir que era un jefe, ahora tenía que apechugar con ello. 

Que solo podría terminar a las 19,30h dos tardes, más o menos, cuando yo estuviera en el taller, ya que se podría venir conmigo a casa a las 19,30h. Pero no podía asegurarle qué tardes serían, pues eso dependía de los recados u obligaciones que tuviera que hacer. 

Suelo ir a ayudarle a comprender lo que le cuesta un par de tardes a la semana y si comprende todo, me quedo en el almacén con mi ordenador trabajando en mis cosas. 

Cosa que a Ian le encanta, me tiene como a una reina:
-¿Mamá te traigo una vasito de agua fresquita de la máquina?, ¿quieres que le quite voz a la radio si te molesta?
¡Un amor de crió!

Le encanta que esté allí pues, si estoy, la tarde transcurre más tranquila para él ya que tiene quien le saque de su rigidez en ciertos aspectos y todos tienen más paciencia con él, ya que si hay algún problema me avisan y les ayudo a comprender a unos y a obedecer al otro. 

Al ver la explicación de manera visual y decirle que su problema era que se negaba porque ahora le interesaba ser trabajador, comprendió y se terminó su queja, que andaba rondando desde el principio. Ahora sabe que tiene que volver con su padre, más tarde, o más temprano solo los días que yo vaya, y esos días no serán fijos.

¡¡¡PRUEBA SUPERADA!!!