Una sencilla cadenaidea que se me ocurrió el otro día hablando con una mamá y que la comparto por si a alguien le puede ayudar.
El problema era que por más que esta madre le había dicho a su hijo con Síndrome de Asperger de 12 años que no cogiera los cepillos de toda la familia para lavarse los dientes, no hacía caso.
Siempre cogía el primero que tenía a mano.
Por activa y por pasiva repetía el mismo error una y otra vez, a pesar del esfuerzo que hacían por hacerle entender.
Le expliqué a la mamá que seguramente a su hijo se le olvidaba cuál era el color del cepillo que tenía él asignado, pues muchas veces las normas orales se les pierden y le sugerí que pusiera su nombre en el cepillo, con un rotulador permanente, así reconocería sin dificultad el suyo cada vez que tuviera que utilizarlo.
Después de una semana la madre me ha dicho que la medida tomada ¡¡está funcionando fenomenal!!
¡¡PRUEBA SUPERADA!!
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