Hola a todos de nuevo!! me duele tener el blog tan abandonado pero es que no me da tiempo para másssss!!! :(((
Como algunos sabréis, nosotros vivimos en el campo. Esto ha supuesto un beneficio grande para la convivencia con Ian, pero ahora tenemos un problemilla y es que últimamente le ha dado por ir por todos los bancales vecinos y recoger ramas, cajas, plásticos etc. y traerlos a casa, a un lugar donde solemos quemar este tipo de cosas de nuestro uso. Lo peor es que también ha estado haciéndolo por el pueblo, e incluso una noche, pensábamos que estaba por fuera, en el cuarto donde tiene la batería, o arriba en la casa de los abuelos y se había ido por la carretera!!! Casi me da algo!!! Afortunadamente esto parece estar ya controlado. Pero fue bastante agobiante, pues tuvimos que ir a buscarlo hasta que por fin lo encontramos. Anoche, a pesar de la preocupación del momento, me hizo mucha gracia porque se empeño en que tenía que ir, de noche, a dar una vuelta por los bancales, ¡¡solo por los bancales a recoger ramas!!, me decía. Al negarme a que eso pudiese pasar, me soltó:
-¡Necesito irme de casa! esto se me ha quedado pequeño, y necesito expandirme. Una frase que me alucinó escuchar, por las dificultades que tiene para expresarse, ya que estas palabras que acompañaba con gestos muy claros, no son en absoluto habituales en él. Su única intención era hacer lo que su obsesiva mente le estaba pidiendo.
La semana que viene cumplirá 26 años y a la vez que va adquiriendo aprendizajes positivos y necesarios en su vida, también se siente con más fuerza y capacidad para hacer lo que quiere, veintiséis años no es lo mismo que tener 10 o 12. Y esto, a pesar del avance que va adquiriendo en muchas cosas, especialmente relacionadas con la convivencia y habilidades sociales, genera problemillas que hay que ir solventando cada día.
Anoche pude frenar su necesidad quitando las llaves de la puerta y negándome con toda la tranquilidad y firmeza de la que fui capaz. No pude trabajar con él visualmente, pues estaba obcecado y no podía prestar la atención que merecía mi trabajo. Esta mañana ha amanecido diciéndome que hoy se va a ir a medio día de casa, hasta que se le pase el enfado, que será el tiempo en el que pretende quitar las ramas o basura de otros bancales y esconderlos hasta poder quemarlos o traerlos directamente, pues ya me lo ha dicho abiertamente.
Es muy importante frenar rápidamente sus obsesiones, al más mínimo conocimiento de ellas, antes de que vayan a más y se conviertan en un hábito, y nos libramos de bastantes gracias a la atención que presto a estas cosas, pero no siempre las advertimos con la suficiente claridad, como en este caso, y en otros muchos que han ido sucediendo en el taller donde trabaja y que afortunadamente es una empresa familiar.
A ver cómo salimos de esta hoy jeje... ya os contaré...
Como algunos sabréis, nosotros vivimos en el campo. Esto ha supuesto un beneficio grande para la convivencia con Ian, pero ahora tenemos un problemilla y es que últimamente le ha dado por ir por todos los bancales vecinos y recoger ramas, cajas, plásticos etc. y traerlos a casa, a un lugar donde solemos quemar este tipo de cosas de nuestro uso. Lo peor es que también ha estado haciéndolo por el pueblo, e incluso una noche, pensábamos que estaba por fuera, en el cuarto donde tiene la batería, o arriba en la casa de los abuelos y se había ido por la carretera!!! Casi me da algo!!! Afortunadamente esto parece estar ya controlado. Pero fue bastante agobiante, pues tuvimos que ir a buscarlo hasta que por fin lo encontramos. Anoche, a pesar de la preocupación del momento, me hizo mucha gracia porque se empeño en que tenía que ir, de noche, a dar una vuelta por los bancales, ¡¡solo por los bancales a recoger ramas!!, me decía. Al negarme a que eso pudiese pasar, me soltó:
-¡Necesito irme de casa! esto se me ha quedado pequeño, y necesito expandirme. Una frase que me alucinó escuchar, por las dificultades que tiene para expresarse, ya que estas palabras que acompañaba con gestos muy claros, no son en absoluto habituales en él. Su única intención era hacer lo que su obsesiva mente le estaba pidiendo.
La semana que viene cumplirá 26 años y a la vez que va adquiriendo aprendizajes positivos y necesarios en su vida, también se siente con más fuerza y capacidad para hacer lo que quiere, veintiséis años no es lo mismo que tener 10 o 12. Y esto, a pesar del avance que va adquiriendo en muchas cosas, especialmente relacionadas con la convivencia y habilidades sociales, genera problemillas que hay que ir solventando cada día.
Anoche pude frenar su necesidad quitando las llaves de la puerta y negándome con toda la tranquilidad y firmeza de la que fui capaz. No pude trabajar con él visualmente, pues estaba obcecado y no podía prestar la atención que merecía mi trabajo. Esta mañana ha amanecido diciéndome que hoy se va a ir a medio día de casa, hasta que se le pase el enfado, que será el tiempo en el que pretende quitar las ramas o basura de otros bancales y esconderlos hasta poder quemarlos o traerlos directamente, pues ya me lo ha dicho abiertamente.
Es muy importante frenar rápidamente sus obsesiones, al más mínimo conocimiento de ellas, antes de que vayan a más y se conviertan en un hábito, y nos libramos de bastantes gracias a la atención que presto a estas cosas, pero no siempre las advertimos con la suficiente claridad, como en este caso, y en otros muchos que han ido sucediendo en el taller donde trabaja y que afortunadamente es una empresa familiar.
A ver cómo salimos de esta hoy jeje... ya os contaré...
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por vuestras palabras, ellas son un impulso para que este blog siga creciendo.