Hola a tod@s de nuevo!! lo prometido es deuda. Os cuento cómo surgió todo...
A medio día sabía que Ian iba a generar de nuevo el problema, pues estaba decidido a seguir alimentando la obsesión. Ian es un chico muy obsesivo, por sus características TEA, pero la medicación que hemos intentado suministrarle para este problema no le hace el efecto esperado y le produce problemas físicos, de manera que, siempre que me deja, trabajo con él las terapias alternativas que he aprendido para ayudarle: Técnica Metamórfica y Flores de Bach. Aun así, casi todo lo convierte en una obsesión, pero gracias a estas terapias y al hecho de haber aprendido y comprendido sus características lo llevo, yo diría que bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias, no solo de él, sino las que éstas generan en su entorno más inmediato: padre, hermana, trabajo, compañeros. De manera que yo me dedico a ir solucionando el problema de turno, (unos más complicados que otros) ya que surgen con bastante asiduidad, por sus dificultades de incomprensión, comunicación, los intereses restringidos que tanto les caracterizan, y esa obsesión para la que hay que estar muy alerta y abortarla antes de que vaya a más y empiece a tomar forma, o de lo contrario, algunas obsesiones, pueden llevar meses de trabajo solucionarlas, si no la hemos apreciado en sus inicios o no les hemos dado la importancia que merecían.
Cuando llegó a casa a medio día, le había dejado el plato encima de la mesa a mi marido (Laura está estudiando en otra ciudad) y me había preparado mentalmente para la situación (algo más importante de lo que se pueda pensar) salí al porche muy tranquila, con la libreta y la historia social activa que le preparé la noche anterior, ya que ni siquiera quería entrar y me decía desde fuera de la casa que él se iba y se iba ya. Seguía demasiado obsesionado para mirar la HSA y se marchó sin escuchar mis palabras. Se marchó hacia abajo, donde, a pocos metros está la carretera, y no me quedó más remedio que sacar la artillería pesada, algo que solo uso cuando las circunstancias lo requieren y para lo que, hasta hoy, ha hecho el efecto esperado en Ian. También tuve que interpretar un poco para darle a la situación la credibilidad que necesitaba ;)
Estas son fotos del momento en que se iba. Como se aprecia en ellas, me decía con la mano que me fuese a hacer puñetas jajajaja
Hice como que llamaba por teléfono a la policía (artillería pesada) y fui a por el coche. Cuando salía por la puerta con el coche él subía de nuevo hacia casa:
- ¿Dónde vas?- me pregunta.
- Sube, tenemos que ir a la policía.
- No.
- (Inocentemente) Es que me han dicho que tengo que llevarte.
- ¡¿Para qué les llamas?!
- Pues porque, ahora, ya no eres un niño, y yo no me puedo responsabilizar de tus actos. Trato de enseñarte y ayudarte, pero si tú no te dejas enseñar, no me dejas otra opción. Tienes casi 26 años hijo.
- Pues yo no voy a ir. Porque ya lo he pensado mejor y no lo voy a hacer más, diles que ya no voy a ir recogiendo basura de los bancales.
- Bueno, pero voy a tener que ir a decírselo o vendrán aquí.
- ¿Cuándo vas a decírselo?
- Ahora.
- Pues vale ves.
Él, se metió en casa y yo me fui a dar una vuelta con el coche. Cuando volví, estaba calmado y quería saber qué me habían dicho en la policía:
- Me han dicho que los bancales, al igual que las casas, tienen dueño y son sus dueños los encargados de limpiar sus terrenos o dejarlos como quieran, que te ocupes únicamente de tu terreno.
- Pues vale. ¿Entonces quien va a limpiar los bancales de basura?
- Los dueños de cada bancal, lo limpiarán cuando quieran y las cunetas de la carretera las personas encargadas de la conservación de carreteras.
- ¡¡Pero los gatos van donde quieren!!(Me quedé un poco alucinada)
- Los gatos son animales cariño, y no entienden de normas. Las personas sí. ¿Tu eres un gato o una persona?
- Una persona.
- Pues entonces las normas también son para ti ¡Ah!, por cierto, hay un policía que me ha dicho que te conoce y que igual cuando te vea, te lo dice a ti personalmente.
(Los ojos se le abrieron como platos. Me preocupa sobremanera que la carretera y su inminente peligro estén tan cerca, y quería darle un motivo que tuviese la suficiente fuerza para que le ayudara a pasar página. Tengo un primo que es policía local y si he de echar mano de él o de algún compañero suyo para que le llame la atención al respecto lo haré, aunque, rezo, espero y creo que esta historia terminará aquí).
Tras este comentario, se prestó, con interés añadido, a escuchar y observar la historia social activa que había intentado enseñarle desde la noche anterior. En esta ocasión le entró como agua bendita.
En ella le vengo a decir que los bancales al igual que las casas pertenecen a personas, que no se puede invadir el terreno de los demás ya que incluso las ramas, cajas o piedras que haya en ellos son de sus dueños. Que si entra a pesar de estar prohibido (Sé que exagero pero a ellos les cuesta mucho entender los matices, de manera que he de irme al extremo esta vez) está allanando la morada (De esto le expliqué el significado en otra de las obsesiones que tuvo) y hace oídos sordos a lo que le digo, no me deja otra opción que hablar con la policía, porque ya no es un niño. Que ha de darse cuenta que lo que le pasa es que tiene una obsesión y tratar de neutralizarla como ya sabe hacer.
Tras enseñarle estos dibujos y comentarle estas cosas, me pidió que quitara las llaves de la puerta para evitar la tentación y le dije que tenía que darse cuenta que aquello se podía convertir en otra obsesión y que solo necesitaba aprender a controlar la que tenía entre manos, al igual que había podido hacer con otras obsesiones, por lo que las llaves iban a quedarse puestas en la puerta (no quería que aquello se convirtiera en otra obsesión y nos escondiera las llaves a cada dos por tres). Que yo le ayudaba las veces que necesitara, como lo he hecho en las demás ocasiones, cada vez que le ha venido alguna obsesión a la cabeza y se ha prestado a eliminarla de su mente.
Ayer, me había llevado la historia social activa al trabajo, pues voy por las tardes allí, para ayudar si es necesario, y a las ocho de la tarde, cuando terminó, al meternos en el coche, antes de arrancarlo, la volvimos a repasar, siguió prestándole muuucha atención mientras se la mostraba y cuando llegamos a casa. Me dijo antes de bajar del coche:
- Ahora no voy a querer salir a recoger basura. A la obsesión le digo fuera y pongo en mi mente la imagen de los gatitos que me gusta.
- ¡¡¡Muuuuy bien!!!¡¡¡No sabes cuanto me alegro!!!choca esos cinco, eres un CRACK!!!!
A medio día comimos tarde y tendremos que repasar al menos cuatro o cinco veces más la HSA, pero puedo decir con el corazón contento que ¡¡¡PRUEBA SUPERADA!!!!
A medio día sabía que Ian iba a generar de nuevo el problema, pues estaba decidido a seguir alimentando la obsesión. Ian es un chico muy obsesivo, por sus características TEA, pero la medicación que hemos intentado suministrarle para este problema no le hace el efecto esperado y le produce problemas físicos, de manera que, siempre que me deja, trabajo con él las terapias alternativas que he aprendido para ayudarle: Técnica Metamórfica y Flores de Bach. Aun así, casi todo lo convierte en una obsesión, pero gracias a estas terapias y al hecho de haber aprendido y comprendido sus características lo llevo, yo diría que bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias, no solo de él, sino las que éstas generan en su entorno más inmediato: padre, hermana, trabajo, compañeros. De manera que yo me dedico a ir solucionando el problema de turno, (unos más complicados que otros) ya que surgen con bastante asiduidad, por sus dificultades de incomprensión, comunicación, los intereses restringidos que tanto les caracterizan, y esa obsesión para la que hay que estar muy alerta y abortarla antes de que vaya a más y empiece a tomar forma, o de lo contrario, algunas obsesiones, pueden llevar meses de trabajo solucionarlas, si no la hemos apreciado en sus inicios o no les hemos dado la importancia que merecían.
Cuando llegó a casa a medio día, le había dejado el plato encima de la mesa a mi marido (Laura está estudiando en otra ciudad) y me había preparado mentalmente para la situación (algo más importante de lo que se pueda pensar) salí al porche muy tranquila, con la libreta y la historia social activa que le preparé la noche anterior, ya que ni siquiera quería entrar y me decía desde fuera de la casa que él se iba y se iba ya. Seguía demasiado obsesionado para mirar la HSA y se marchó sin escuchar mis palabras. Se marchó hacia abajo, donde, a pocos metros está la carretera, y no me quedó más remedio que sacar la artillería pesada, algo que solo uso cuando las circunstancias lo requieren y para lo que, hasta hoy, ha hecho el efecto esperado en Ian. También tuve que interpretar un poco para darle a la situación la credibilidad que necesitaba ;)
Estas son fotos del momento en que se iba. Como se aprecia en ellas, me decía con la mano que me fuese a hacer puñetas jajajaja
Hice como que llamaba por teléfono a la policía (artillería pesada) y fui a por el coche. Cuando salía por la puerta con el coche él subía de nuevo hacia casa:
- ¿Dónde vas?- me pregunta.
- Sube, tenemos que ir a la policía.
- No.
- (Inocentemente) Es que me han dicho que tengo que llevarte.
- ¡¿Para qué les llamas?!
- Pues porque, ahora, ya no eres un niño, y yo no me puedo responsabilizar de tus actos. Trato de enseñarte y ayudarte, pero si tú no te dejas enseñar, no me dejas otra opción. Tienes casi 26 años hijo.
- Pues yo no voy a ir. Porque ya lo he pensado mejor y no lo voy a hacer más, diles que ya no voy a ir recogiendo basura de los bancales.
- Bueno, pero voy a tener que ir a decírselo o vendrán aquí.
- ¿Cuándo vas a decírselo?
- Ahora.
- Pues vale ves.
Él, se metió en casa y yo me fui a dar una vuelta con el coche. Cuando volví, estaba calmado y quería saber qué me habían dicho en la policía:
- Me han dicho que los bancales, al igual que las casas, tienen dueño y son sus dueños los encargados de limpiar sus terrenos o dejarlos como quieran, que te ocupes únicamente de tu terreno.
- Pues vale. ¿Entonces quien va a limpiar los bancales de basura?
- Los dueños de cada bancal, lo limpiarán cuando quieran y las cunetas de la carretera las personas encargadas de la conservación de carreteras.
- ¡¡Pero los gatos van donde quieren!!(Me quedé un poco alucinada)
- Los gatos son animales cariño, y no entienden de normas. Las personas sí. ¿Tu eres un gato o una persona?
- Una persona.
- Pues entonces las normas también son para ti ¡Ah!, por cierto, hay un policía que me ha dicho que te conoce y que igual cuando te vea, te lo dice a ti personalmente.
(Los ojos se le abrieron como platos. Me preocupa sobremanera que la carretera y su inminente peligro estén tan cerca, y quería darle un motivo que tuviese la suficiente fuerza para que le ayudara a pasar página. Tengo un primo que es policía local y si he de echar mano de él o de algún compañero suyo para que le llame la atención al respecto lo haré, aunque, rezo, espero y creo que esta historia terminará aquí).
Tras este comentario, se prestó, con interés añadido, a escuchar y observar la historia social activa que había intentado enseñarle desde la noche anterior. En esta ocasión le entró como agua bendita.
En ella le vengo a decir que los bancales al igual que las casas pertenecen a personas, que no se puede invadir el terreno de los demás ya que incluso las ramas, cajas o piedras que haya en ellos son de sus dueños. Que si entra a pesar de estar prohibido (Sé que exagero pero a ellos les cuesta mucho entender los matices, de manera que he de irme al extremo esta vez) está allanando la morada (De esto le expliqué el significado en otra de las obsesiones que tuvo) y hace oídos sordos a lo que le digo, no me deja otra opción que hablar con la policía, porque ya no es un niño. Que ha de darse cuenta que lo que le pasa es que tiene una obsesión y tratar de neutralizarla como ya sabe hacer.
Tras enseñarle estos dibujos y comentarle estas cosas, me pidió que quitara las llaves de la puerta para evitar la tentación y le dije que tenía que darse cuenta que aquello se podía convertir en otra obsesión y que solo necesitaba aprender a controlar la que tenía entre manos, al igual que había podido hacer con otras obsesiones, por lo que las llaves iban a quedarse puestas en la puerta (no quería que aquello se convirtiera en otra obsesión y nos escondiera las llaves a cada dos por tres). Que yo le ayudaba las veces que necesitara, como lo he hecho en las demás ocasiones, cada vez que le ha venido alguna obsesión a la cabeza y se ha prestado a eliminarla de su mente.
Ayer, me había llevado la historia social activa al trabajo, pues voy por las tardes allí, para ayudar si es necesario, y a las ocho de la tarde, cuando terminó, al meternos en el coche, antes de arrancarlo, la volvimos a repasar, siguió prestándole muuucha atención mientras se la mostraba y cuando llegamos a casa. Me dijo antes de bajar del coche:
- Ahora no voy a querer salir a recoger basura. A la obsesión le digo fuera y pongo en mi mente la imagen de los gatitos que me gusta.
- ¡¡¡Muuuuy bien!!!¡¡¡No sabes cuanto me alegro!!!choca esos cinco, eres un CRACK!!!!
A medio día comimos tarde y tendremos que repasar al menos cuatro o cinco veces más la HSA, pero puedo decir con el corazón contento que ¡¡¡PRUEBA SUPERADA!!!!
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