El otro día mi amiga Cecilia Martinez, que es Argentina, me contó una historia de su país.
En esa historia hay una idea tan maravillosa, que me pareció ideal para añadirla a Cadena de Ideas. No solo es buena para ayudar a nuestros chicos, sino que también puede procurar armonía a toda la familia.
La historia cuenta que había un matrimonio de ancianos que se habían ganado la fama de ser un matrimonio ejemplar. Tanto era así que, un día, les hicieron una entrevista; querían saber cómo era posible que a pesar de los años de convivencia y de las adversidades de la vida, su relación se hubiese mantenido siempre firme, armoniosa y feliz.
- Porque hemos basado nuestra relación en los colores, dijo el marido.
Para abreviar os diré que dieron a cada emoción un color:
IRRITABLE
PREOCUPADO/A
FELIZ
TRISTE
CONTENTO/A
ENTUSIASMADO/A
Etc.
Crearon pequeñas cintas o lazos de colores que se colgaban o enganchaban de la ropa, siempre que estaban juntos, utilizando un color u otro en relación a cómo se sentían en cada momento del día. Lo que les ayudaba a saber en qué estado de ánimo se encontraba cada uno.
El hecho de saberlo les ayudaba a reaccionar adecuadamente ante sus emociones, pues si la mujer llevaba un lazo rojo de la irritabilidad, al levantarse por la mañana, el compañero sabía que no estaba de humor y éste no la mareaba con su charla.
Si al volverse a ver uno llevaba un lazo gris de la tristeza, el otro sabía que necesitaba un abrazo, ánimo y aliento, dándoselo y ayudándole a recuperarse.
Si uno llevaba un lazo verde porque estaba contento el compañero/a sabía que podía contarle lo que le apeteciera pues tenía el humor ideal para escucharle.
Si al volverse a ver a la hora de comer uno se ponía el lazo rojo de la irritabilidad y el otro el lazo marrón de la preocupación, el que estaba irritado ayudaba a desahogarse al que estaba preocupado y éste a su vez sabía que su compañero/a podía reaccionar airadamente en algún momento, sin que eso le afectara, pues con el lazo rojo le indicaba que en aquel momento no podía evitar tener poca paciencia.
Convirtieron los colores en una magnífica guía visual de sus propias emociones aportando al compañero/a las pistas necesarias para saber a qué atenerse y contribuyendo así a evitar conflictos.
De este modo se ayudaban emocionalmente en las distimtas situaciones que vivían, facilitando la convivencia diaria y permitiéndose expresar sus emociones sin temer que el compañero/a se las tomara a mal.
Me parece una idea tan sencilla y tan impresionante que la voy a poner en práctica pero YAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
¡ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO LA HISTORIA TANTO COMO A MÍ!
¡MUCÍSISMAS GRACIAS CECILIA POR TAN MARAVILLOSA IDEA!
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por vuestras palabras, ellas son un impulso para que este blog siga creciendo.